Estaba servidora comprando el regalo del cumple de Miss Berrinche. Culmino la misión con éxito. Como una no es de piedra, y mientras espero a Ironman que viene a colaborar, me adentro en las entrañas de El Corte Inglés y veo una camiseta que me guiña el ojo. Me lanzo al probador. Empiezo la faena de quitar ropa-poner ropa con esa luz mortecina que saca lo peor de cada una… y ahí están. La voces desde el probador contiguo.
– Conchi. Mira a ver esta percha. Han dejado seis prendas por lo menos. Ay, la gente…
– Puff. Ya voy a recogerlo. Tengo un cuerpo…
– Tienes carilla… ¿Qué te pasa?
– La tripa, tía. Me da así como un dolor, no sé…
– Ya sé… ¿un dolor que viene, te agarra, te duele a saco, y se va? ¿Y luego vuelve?
– Sí, tía. Así.
– Eso es un espasmo, tía. Un espasmo. Típico.
(Y yo, pensando: lo que es, más bien, es un cólico. Pero te he entendido. Buena anamnesis).
– Sí, eso. Me viene, duele mazo, y se va. Llevo así desde ayer.
– Los espasmos así, ya te lo digo yo: gastroenteritis. Tómate, pero ya, un omeprazol; que a mi padre le va genial cuando le duele el estómago.
(Yo siento algo parecido a cuando ves a tu interlocutor con el bigote con un brochazo de ketchup).
– Es que no sé si es el estómago… ¿tú crees? ¿No me hará daño?
– No, tía, el omeprazol, nunca. Hay otra versión del omeprazol, que es el Almax, que es más suave. Los dos te sirven para la gastroenteritis. Hazme caso, tómatelo ya.
(No son lo mismo omeprazol y Almax,… no, no).
– Genial, gracias… Estoy hecha polvo…
– Y súper importante: suero fisiológico a sorbitos todo el tiempo, eso es súper necesario.
(Si no hay diarrea no es necesario, y además no es suero fisiológico, es suero hiposódico).
– Puff, no sé, no tengo nada de sed…
– Da igual, tienes que tomarlo porque es lo más importante en una gastroenteritis.
(Pero si esta chica no tiene diarrea,… ¿gastroenteritis?).
No quito ni pongo. Así fue. Como decía Mafalda, este es el riesgo de ir con las orejas puestas todo el día, que se oyen cosas así. Anamnesis, orientación diagnóstica e indicación de tratamiento sobre la marcha en el Corte Inglés. Coñe, le faltó la exploración. Espero que no fuera una apendicitis retrocecal.
Sólo lo cuento porque de éstas, también, por docenas cada semana…
PD: Que no es grave, ya lo sé… mayores problemas hay a diario. Nota para Trotandovoy y Miss Berrinche: vuestra madre, que le saca punta a tó.
Yo ODIO probar ropa!
Seguro que La Vane estaba preñada!
Jaaaajaja pues igual! Por ejemplo!
Me ocurre lo mismo a diario en el metro y en el tren… Se oye cada cosa… 😛 Mejor reírse.
Un beso!