Continuando con lo que contaba yo el otro día, ahí van (según lo viví yo) los pros y contras de la residencia-con-hijos.
Pros:
– Básico y fundamental: la residencia es, la mayoría de las veces, el único contrato con una duración de cuatro años que un médico joven va a tener durante muuuuuuucho tiempo. Yo sigo eventual, y ya tengo 37 tacos. Con lo cual, no hay agobios en cuanto a situación laboral. Disfrutas tu baja maternal como es debido, y listo. Y eso, después de la residencia, creedme que NO va a suceder en muchos casos. Como el mío, por ejemplo.
– No sólo eso. El período de residente es un período laboral, sí (¡y vaya si se trabaja!), pero también lo es formativo, y la ley contempla que si «pierdes» un tiempo del mismo por una baja maternal, se puede prorrogar después. Esto es muy importante y está muy bien. Francamente bien. Y, de verdad: NO es malo que la residencia dure 4 años y medio en vez de 4. Lo de después -el adjuntazgo, como yo lo llamo- no es jauja. Hay que aprovechar la residencia.
– Al tener hijos, se rebaja enormemente tu cantidad de planes erótico-festivo-gastronómico-viajeros. De repente, eres más casero a la fuerza, y eso hace que sean menos las guardias de festivo que te fastidian algún plan de los antes descritos. De hecho, he de reconocer que pensando en cuando mis dos niñas tenían 1 y 2 años respectivamente, estoy SEGURA de que Ironman un sábado cualquiera con ellas habrá currado más que yo ese mismo día estando de guardia de planta. Incluso puede que yo haya dormido más en el hospital. 🙂
– Otra consecuencia del tercer punto es que incluso se saca más tiempo para estudiar en casa. Parece increíble pero así es. Durante mi primera residencia, sin ninguna carga familiar, es cierto que trabajé todo lo que debía en el hospital e hice muchas guardias… pero una vez fuera del mismo, estuve cuatro años de jarana perpetua (no olvidar que Madrid tiene mucho que ofrecer a los jóvenes de provincias recién llegados 😉 ).
– Este punto debería ser obvio, pero no tantas veces se ve como obvio. La edad. Se puede ser muy fértil a los 27, e infértil a los 33. Es así.
Y, de nuevo desde mi punto de vista, estos son los contras:
– La intendencia doméstica. En la residencia se hacen guardias. Muchas, normalmente. Así que hay tenerlo todo atado y bien atado en casa porque muchos días no va a haber madre durante más de 24 horas (y en nuestro caso, tampoco padre, por viajes). Esto en Villamocos se transformó de un «contra» en un «pro», porque nos condujo a la búsqueda desesperada de cuidadora de las nenas y al encuentro de Meripopins, que en aquélla época era una tímida chica de 20 años, y 8 después sigue con nosotros…
– Los salientes de guardia en esos años en que los niños no van aún al cole pueden ser duros, muy duros… 🙂 En esos días, peli de Disney al canto y a rogar que estén quietecitos los pobres.
– Más cansancio en general que en la residencia sin hijos. Mucho más. Bueno: muchísimo más, sobre todo en el embarazo y después, cuando son lactantes que no duermen del tirón. Miss Berrinche, amorcito, te prometo que mamá no te guarda rencor por esto 🙂 Pero en realidad, este cansancio va a ser el mismo que cuando tengas hijos más tarde, siendo adjunta, sólo que encima tendrás más años -como el colágeno de la piel de tu contorno de ojos, por cierto-.
– Un contra nada despreciable: difícil irte a rotar al centro de referencia de tu especialidad en Boston, Munich o Johannesburgo. Vamos, ni a Tarragona… Casi nadie se plantea dejar 3-6 meses su casa habiendo niños pequeños.
También es verdad que en mi caso disfruté de unos primeros años de resi SIN hijos y luego CON ellos, y me lo pasé tan bien durante los primeros, que no sé si los habría acortado sólo para tener hijos en el MIR… En fin, ¡cada uno y sus circunstancias! Como he dicho antes, aquí he puesto sólo mi opinión. Las habrá para todos los gustos. Aunque de todas maneras, estoy viendo en los últimos años cómo más residentes (sobre todo erres mayores) se animan a procrear durante la residencia. Claro que en eso, y como conté aquí, ayudan bastante los salientes de guardia 🙂 .