Ya contaba yo aquí que una de las mejores sorpresas que me he llevado criando a mis hijas es la dosis nada despreciable de carcajadas, en este caso, por lo que dicen, cómo lo dicen y con qué significado…
– Mamá, esta mañana en el cole me ha dolido la cabeza.
– Vaya… ¿por qué parte te dolía?
– Pues por todo el patio, mami, por todo el patio…
– Papi, de tanto patinar ayer tengo amuletas en la piernas.
– ¿No serán agujetas, Petite?
– Mmmmm… sí.
– Mami, en el cumple de Fulanita nos van a llevar al transatlántico de Madrid.
– Tenía yo entendido que era al teleférico de Pintor Rosales.
– Eso.
– ¡Mamá, mamá! ¡Me escuece mucho la boca porque me han salido dos agallas!
– Querrás decir dos llagas…
– Mamá, cuando tú ibas al conservatorio en La Antigüedad, ¿también os ponían deberes?
(Maaaaaadre mía… me ha situado entre la Prehistoria y el Medievo…)
– Papi, me picaba tanto la salsa, que se me salió una gota de lloro.
(Al menos, el valor poético no se lo podemos negar!!!)
Más ejemplos del ramalazo poético de Miss Berrinche. Estamos juntas viendo la tele y de repente se tira un eructo de tal magnitud que me mueve el flequillo y todo. La miro con cara de sorpresa y algo de reproche (ya tiene una edad) y me contesta:
– Ay, mami. Es que mi corazón a veces se tira pedos.
– ¡Mamá, mamá, qué raro, mira!
– ¿El qué?
– ¡¡¡¡Un perro sin señora!!!!
– Mamá, este año no nos has traído el catalejo para elegir los juguetes que pediremos a los Reyes.
– ¿El quéeeee? (después de mucho debatir entre las tres me di cuenta de que catalejo=catálogo)
Todos juntos en el coche, las nenas ya aburridas después de tres horas.
– Mamá, ¿Y si jugamos a jerónimos y antónimos?
– Mamá, tu champú creo que se puede comer.
– ¿Cómoooooo? ¡Noooo!
– Que sí, mira, que pone que lleva vitaminas del grupo B…
La Petite haciendo deberes ayer mismo, con su abuela maestra. Tiene que escribir definiciones de palabras. Define adecuadamente mesa, primavera, fiesta… lo que sea. Y:
GABARDINA. Es un pez que está muy rico.
… Por si nos quedaban dudas de que han sido criadas en la cultura del vermú.
Con esto y un bizcocho, ¡¡hasta el siguiente post!!
Jajajajaja me encanta! No hay nada como la espontaneidad de los niños, te lo tienes que pasar pipa con ellas. Un saludo!!