Felicidades, sobri Campanilla.

Querida sobri Campanilla:

Hoy hace cuatro años que naciste. Como buena primogénita sana de madre sana, te «retrasaste» un poco respecto a la fecha prevista, de forma que durante los días previos a tu llegada no hablábamos de otra cosa.

El día D hacía calorcito en Madrid. Tus cuatro abuelos y tu tía (o sea, servidora), pululábamos por los alrededores del hospital, entrando y saliendo. Yo sufría: varias horas después de empezar el parto, tu madre aún no había recibido la epidural porque no había dilatado lo suficiente. Ya sabrás, porque lo solemos contar muchas veces, que tu tía (de nuevo, servidora) es de partos rápidos. Con rápidos me refiero a dos horas el primero y una hora el segundo (desde el primer dolor de parto hasta el primer llanto de tus primas) y por tanto no dio tiempo a ponerme la epidural. Mi facilidad para parir fue algo bueno, claro que sí, pero también es cierto que me permitió sufrir los dolores de un parto de verdad. Duele muchísimo. Enormemente. Por eso, sufría por cada minuto que pasaba tu madre sin anestesia (según me iba contando tu padre por whatsapp). Después de la epidural y tras duras y largas horas, llegaste. Ojalá hubiera sido un parto mejor para vosotras; siento de corazón que ni de lejos fuera lo que tu madre esperaba. Como pediatra que era yo (aunque en hospital extraño) me dejaron pasar pronto a verte. Qué guapísima eras ya nada más nacer, y qué guapísima estaba tu madre, aunque aún extenuada.

Los días, semanas y meses siguientes fueron un continuo aprendizaje. Pero no me refiero a tus padres, que también; me refiero a que supusieron un continuo aprendizaje para mí. Tu madre y tú me habéis enseñado muchas cosas, que he aplicado en mi día a día como pediatra. Ya te lo contaré cuando seas mayor.

A medida que pasaban los meses, nos sorprendiste a todos. Primero, porque desafiando un tanto las leyes mendelianas básicas saliste rubiaza y de ojos azulísimos. Con bastante sorna decimos que saliste a los tíos (… tíos políticos). Eso sí, con el hoyuelo en el moflete derecho de tu padre y la sonrisa de pilla de tu madre. Segundo, porque saliste de un espabilao tremendo. 🙂 Quiero decir que te esperábamos lista; pero, ostrás, ¿tanto?… ¡si hablabas con 14 meses! espero que en el camino de tu infancia y adolescencia encuentres los ámbitos, estímulos y entornos favorables para disfrutar desarrollando tus aptitudes. Segura estoy de que tus padres harán lo que esté en su mano porque sea así.

Desde que eras un piojín se perfila tu carácter. Tienes las trazas de rebeldía que esperaba de tí (no podía ser de otra forma), de alegría (evidentemente) y de humanidad (lógico); te gusta la música y te sabes reír a carcajada limpia. Te has adaptado a distintos hogares en otras tantas ciudades como quien no quiere la cosa, mezclando folklores ingleses, asturianos, andaluces y gallegos, tan ricamente. Cualquier día me pides un babychino con grelos, pero escanciáu y con regañás para acompañar. ¡Si ya me pediste sopa de miso para desayunar!

Aunque rebelde, sucumbimos a Frozen como toda preescolar que se precie.

Sucumbiendo a Frozen como toda preescolar que se precie…

…Y recuerdo con cariño que, cuando eras una beboncia, yo era la figura más parecida a tu mamá que había en tu pequeño mundo. También acerca de esto te contaré alguna historia cuando tengas 9 ó 10 años. Y… para tus primas has sido toda una experiencia, ¡qué digo! una enseñanza vital. 🙂

Feliz cumple feliz, sobri Campanilla: que tu nuevo año esté lleno de juegos, canciones, olas y disfraces. Estas son cosas que les encantan a Trotandovoy y Miss Berrinche, y ya sé que también a tí… porque no me equivoqué cuando hace cuatro años entré al paritorio a conocerte y al mirarte pensé: «Esta es mi sobri. Lo más parecido a mis hijas que voy a tener«.

9 comentarios en “Felicidades, sobri Campanilla.

  1. Alejandra dijo:

    Cómo se les quiere! No se puede expresar mejor! Qué afortunada Campanilla y que regalo cuando en unos años sea capaz de leer esto. Yo fui tía el jueves por quinta vez.. A mi Manuelilla le toca pasar una época difícil nada mas nacer pero espero que en su cuarto cumpleaños esté tan feliz y tan sanita como Campanilla…. Enhorabuena de nuevo Sara!!

  2. antoniomarinbellido dijo:

    Precioso. Es curioso cuñi, yo pensé casi lo mismo cuando la vi la primera vez y ahora con el paso de los años, cada vez tengo más claro que es lo más parecido a un hijo que jamás tendré. Y ojo, que no lo digo con amargura, ni mucho menos. Lástima que no estemos más cerca. Besos!
    Os vamos a echar mucho de menos en julio 😘

  3. Silvia dijo:

    Me ha encantado el post. Gracias por estar siempre pendiente de nosotras, Tita. La mejor niñera del mundo :), y gratis. Creo que cuando se despierte la reina Elsa de Verín, le leeré este post, ya puede comprender muchas cosas. Me preguntará que quien es Mendel. Y se lo tendré que explicar. Y lo entenderá. Y lo irá contando por el parque. Para ella tu también eres lo más parecido a su mamá que hay en el mundo entero. Por no hablar de sus cuasi hermanitas madrileñas! Os queremos.

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