Han pasado ya diez años desde que parí,
…y diez años por tanto desde mi primer y verdadero encontronazo con la lactancia materna. En otro post contaré mi experiencia lactante; el resumen es fracaso y sensación de autoculpabilidad y poco apoyo. No quiero yo ponerme dramática pero lo cierto es que me apena comprobar que diez años después muchas cosas han mejorado, pero no lo suficiente. Sigo percibiendo gran desconocimiento en este campo, tanto desde pediatría como desde ginecología. ¿Por qué? …Pues no lo sé.
Pero me joroba, qué queréis que os diga. Me fastidia porque:
- Que una madre bien informada prefiera no amamantar a su hijo recién nacido por la razón que sea, es totalmente respetable y comprensible. Pero que no tiene leche NO es cierto en la inmensa mayoría de los casos.
- Que una madre tenga el pezón grande, pequeño, plano, salido, hundido, morado o con pelos: todo es posible. 🙂 Pero que su pezón le hará imposible la lactancia, NO es cierto.
- Que una madre reciente esté muy delgada, muy rellenita, sea alérgica al polen, reciba tratamiento con hormona tiroidea, tenga intolerancia a la lactosa o sea celíaca, es habitual. Lo que es extraordinariamente infrecuente es que su leche sea aguada, de poca calidad o mala.
- Que a una madre NO le apetezcan la leche y otros lácteos (porque es alérgica o porque no le gustan, y punto) no es nada del otro mundo. Y esto no va a influir en su producción de leche. Los adultos de cualquier especie nos manejamos bien sin beber leche de otro animal.
- Que una madre lactante se angustie pensando que su hijo puede reclamarla en cualquier momento y se agobie por la separación, es lo más normal y fisiológico del mundo (es lo que tiene la hipófisis, el hipotálamo, la amígdala cerebral y vete tú a saber cuántas cosas más…). Lo que no tiene nada de normal es que su entorno se empeñe en decir que está malacostumbrando al bebé por atenderlo tan rápido y siempre que quiere.
- Que una madre necesite que le echen un cable (o 120) durante los primeros días (o sea apañar al hermano mayor, ocuparse de que despensa y lavadora estén al día, o despejar visitas) es justo y necesario. Lo que es injusto, innecesario y además falso es decir que los bebés tienen que mamar cada tres horas. Los bebés maman cuando les da la real gana. Pueden ser 3 veces entre las 6 y las 7 de la tarde, ninguna entre las 8 y las 11 de la noche, y trescientas entre las 6 y las 11 de la mañana. Es lo que tiene. Los caminos del neonato son inescrutables. 😉
- Que la madre del niño necesite un rato al día para dibujar, oír música o ver el capítulo de su serie es totalmente esperable, y desde luego lo que todo su entorno le recomienda para su merecida desconexión y su entendida liberación: todos lo entienden. Pues los bebés también tienen un «hobby» o más bien auténtica necesidad: succionar aunque no tenga hambre. Y si es la teta de su madre, mejor. Porque así se tranquiliza y se siente a gusto. Y no, no la está usando de chupete, está empleando su forma lícita y natural de autoconsuelo.
- Que una madre decida en qué momento destetar a su hijo por motivos laborales, personales, o del tipo que sea, es cosa de ella y debe respetarse (de esto hablaré en el post acerca de mi experiencia: porque yo desteté). Lo que no tiene que importarle a nadie es si decide seguir amamantando 15 meses, 25 o 36. Mamar a los 3 años ES fisiológica y evolutivamente normal.
Y podría seguir y seguir y seguir con falsos mitos (destetar en mastitis, caries por mamar frecuentemente, falta de vínculo con el padre, carencias alimenticias y demás)… Pero todas las pataletas tienen un principio y un fin y la mía ya se está pasando. :-))))
Post dedicado a esa mami que lloró en mi consulta por sentirse frustrada (nunca mais! le dije); y a mis «profesoras de lactancia»: todas mis amigas que dieron a luz después que yo; muy especialmente a Mamen, enfermera de neonatos de mi hospital; y cómo no… a mi hermana.
Y ¡oh casualidades!, un superbloguero pediátrico acaba de abordar este tema, pero en plan serio y bien, no como yo con rabieta. Aquí os lo enlazo si queréis profundizar.
PD: Ajá!!!! la que no iba a escribir de temas médicos! ejem ejem…
Muy bueno, como siempre. Respeto sería suficiente. Bueno, y q te expliquen lo que es una perla de leche y que te la arregle un veterinario 😜
Cachisssss qué pedazo de comentario!!!!
Mi hijo mayor tiene 20 años, al día siguiente de nacer, en un hospital de los mejores de Madrid me dijeron cada tres horas, y si está dormido le despiertas, y si reclama antes, pues que espere.
el agobio que me supuso hizo que lo dejara al mes,
Pues lógico que lo dejaras. Pues claro. HAY QUE MEJORAR en este aspecto. Gracias Marisa, por comentar.
Yo creo que también habría que facilitar desde el punto de vista administrativo y burocrático:
1. Baja maternal mínimo hasta los 6 meses. En las sociedades de hoy y con los trabajos de hoy, amamantar con el estrés que supone ir a trabajar y los tiempos de desplazamiento es realmente difícil. Además pesar de la hora de lactancia.
2. Asegurar la exención de nocturnidad y/o jornadss de mas de 12h en los puestos que así lo precisen. Sanitarios de guardias o turnos de noches los primeros.
Porque si lactancia debe ser un placer, una recomendación, un beneficio para bebé y mama, pero también para la Sociedad, la mama no puede pagar el pato de la angustia que supone intentar llegar a todo y no poder. Trabajo, los otros Buenoshijos , casa y sus tareas, y hacer el pinopuente con cascabeles en las orejas…..
Amén. Totalmente de acuerdo. La lactancia y la política tienen mucho más que ver entre sí de lo que la gente piensa.
¡Muy bueno!
Qué cosas, en la «era de la información» y la de falsos mitos que aún pululan por ahí sobre la lactancia materna…
Como dice Espe, respeto. A mí me parece tan respetable una madre que decide dar biberón a su bebé como otra que decide optar por la teta.
Mi hija y yo llevamos 32 meses de estupenda lactancia. Desde el principio tuve claro que le daría pecho, y que lo dejaríamos (las dos)….pues a saber cuándo, que lo dejaría fluir y ya está. Siempre he pasado bastante de comentarios como «hija,qué esclavitud»,»¿pero aún le das teta?¡si ya va a ir al cole», «te usa de chupete»…en fin. Hasta mi enfermera de pediatría me dijo (18 meses) que le quitara la toma que aún hacía (y hace…) a eso de las 3 de la mañana «porque tú tienes que dormir» (ahora,ese movimiento nocturno se resume en: quiero teta,ahí está mamá,alargo la mano,me sirvo -chup,chup-,ah…qué sueñín tan rico…huy,me duermo. Total,tres minutos y mamá que casi ni se entera).
¡Feliz lactancia!
Claro que sí. Y… No sabes qué envidia me da (sana) no haberlo podido vivir. Pero eso para otro post 😉
Como está programada la sociedad, la lactancia materna no es nada fácil. Creo que conlleva una cierta soledad y sacrificio que solo el lazo maternal que se crea te empuja a continuar. Pero esta unión madre/hijo-a debe ser mayor que la presión social y económica para destetar. No es un camino de rosas desgraciadamente. Mirando ahora atrás y después de muchos años de lactancia materna e incluso en tándem me queda el consuelo del enorme regalo que he hecho a mis hijos tanto física como emocionalmente. El resto es secundario.
Enhorabuena por esas exitosas lactancias Ana. Además pienso que otro beneficio del que se habla poco es el de la observación. Los niños que han visto como sus madres amamantan, a ellos mismos o a sus hermanos (o sus tías a sus primos…) ya tienen el «cursillo» hecho. Saben de lactancia más que la mayoría! 😉 es lo que les pasa a mis hijas. A sus 9 y 10 años tienen totalmente interiorizado lo que es una lactancia normal, por haber sido testigos directas de la crianza de sus primas. Probablemente esto les vaya a ayudar muchísimo en sus maternidades 😉
Yo lo que vivido es la falta de FORMACIÓN de los profesionales sanitarios al respecto de la lactancia. Con mi niño mayor, tuve que dejarlo porque estaba contraindicado con la medicación para mi alergia…con mi niña pequeña me informé, busqué y rebusqué información, descubrí la magnífica web e-lactancia.org y después de discutir con mi médico, por mi tratamiento de la alergia, pude mantener la lactancia con mi niña durante dos años y medio.
Lo que yo he vivido es que MUY POCOS profesionales se forman en este tema, da igual la edad, jóvenes o ya mayores…hasta en la unidad de neonatología, tuve que ser yo, mientras ambas amamantábamos a nuestros bebés, la que enseñé a una mamá a coger postura para dar de mamar, ¡sin que la doliera! para ella era un esfuerzo enorme lo que realmente es una situación placentera.
Es una pena, algo que no sólo ahorra recursos, sino que está demostrado que favorece la salud de nuestros hijos y de nosotras mismas, que no se valore, ni se fomente de manera correcta.
Todas tenemos un montón de «batallitas» más o menos afortunadas al respecto…
Cuántas verdades has plasmado. Y no sabes la pena que me da ver que a menudo los que más deberían saber de lactancia, que son l@s sanitari@s en contacto con puérperas y neonatos, son los que menos interés muestran. Pero te diré que he visto mucho cambio de rumbo: pediatras jóvenes que infravaloraban la importancia «global» de la lactancia y que al ser padres o madres vieron las cosas de otro color. Yo soy de las que piensa que la verdad se impone, y sobre todo en Medicina. Volveremos a ver lactancias fisiológicas… 😉
Hola, mi segundo hijo tiene 19 meses y sigue tomando lo que quiere y cuando quiere. Lo cierto es q a mi me gustaría dejarlo, pero no encuentro cómo hacerlo.
Hola Ana! Claro, si es lo que yo digo siempre: cuando se hacen mayorcitos no es fácil destetar si el niño no quiere, que ya sabe reclamar «lo suyo». 😉 Encontrarás mucha información en las webs de lactancia, pero en general y por lo que yo sé, la cuestión está en «no negar, no ofrecer». Un saludo Ana
Gracias!