¡Feliz día de los abuelos!

Una cosa tengo muy clara: qué importantes son los abuelos en la vida de los niños. 🙂

Durante mi infancia, tuve cinco abuelos: dos abuelos, dos abuelas y una bisabuela. Pero mi abuelo materno murió el día antes de cumplir yo 6 años, y mis abuelos paternos vivían a 170 km (que en aquellas carreteras de los años 80 significaban 4 horas de viaje a 3 vomitonas a la ida y otras 3 a la vuelta así que íbamos menos de lo que nos hubiera gustado). Por tanto, con las que más ejercí de nieta fue con mi abuela materna y su madre, mi bisabuela, que vivió hasta los 95 años (cuando yo ya incluso tenía novio). 🙂 Y guardo buenísimos recuerdos de los ratos pasados con ellas, de su forma de mimarme, también de la de regañarme, y sobre todo, de las historias que me contaban, ¡eso era sin duda lo mejor! las recuerdo punto por punto. Hoy día, viven mis dos abuelas, la paterna (que tiene noventa y muchos) y la materna (que tiene casi noventa). Ambas están que da gusto verlas y oírlas, y con esto lo digo todo. 🙂

Pues bien, mis niñas han tenido la enorme suerte de disfrutar mucho de sus cuatro abuelos, y además conocer a tres bisabuelas; y no me cabe duda del montón de cosas buenas que esto les ha traído. 🙂

A su AbuSegoviano lo adoran; les transmite tranquilidad y solidez. Cuando Miss Trotona tenía pocos días de vida, se quedaba calladita y muy atenta cuando oía la voz de su abuelo; eso me hacía mucha gracia y creo que ya entonces se sentía segura si él estaba cerca. 🙂 Además, saben que nadie aguanta tanto rato el Disney Channel a su lado en el sofá, «viendo la tele con los ojos cerrados», ¡y eso tiene mucho mérito! 🙂 Hace no mucho, me dijeron: «Mami, ¿Sabes que AbuSegoviano nunca nunca nunca se ha enfadado con nosotras?» 🙂

Su AbuSegoviana ha hecho de segunda madre muchos veranos, y también de segunda maestra como no podría ser de otra forma dada su profesión. Con paciencia infinita ha repasado restas, lecturas y ortografía, ahorrándonoslo a los padres de las criaturas, de tal manera que sin esforzarnos lo más mínimo han tenido «profe particular» un verano tras otro. Las nenas lo tienen tan asumido que cuando meten la pata en alguna «h», «g» o «j», dicen: «Uuuuuuuy, ya verás como lo vea la AbuSegoviana«… Y muchas cosas más. Lo dicho: segunda madre. 🙂 Y las nenas, además (y esto es el punto gracioso) le han asignado una canción (Blurred Lines de Robin Thicke), 🙂 «Por el gritito, mamá, por el gritito«. 🙂

Su AbuAsturiano es fuente de aventuras y entretenimiento por excelencia. También sería buen profesor; pero no le dejan, porque no les interesa. Prefieren que el tiempo que pasan con él sea para ir por ahí a descubrir cosas. ¡dónde va a parar! Y… qué decir del afán epistolar que se despertó en las dos hace unos meses, cuando decidieron escribirle a su AbuAstur un poema y mandárselo por correo. Lo que ellas no esperaban era la respuesta de su abuelo, que se vio en el brete de componer una poesía para cada nieta. Lance del que salió más que airoso: poemas que ellas han enmarcado y colgado ante sus mesas de estudio. 🙂 «Mami, el AbuAstur escribe muy bien, él sí que tendría que escribir un blog…«. 🙂

AbuAstur contando cuentos.

AbuAstur contando cuentos.

Y cómo no. Su AbuAsturiana, su abuela Esther. Aunque nos dejó injusta y prematuramente cuando sus nietas sólo tenían 3, 7 y 9 años, cada día se acuerdan de ella. A veces lo verbalizan mucho, otras veces no -los primeros meses evitaban hacerlo temiendo mi reacción, ahora ya les sale de forma natural- pero debes saber que sigues ahí, mamá. Tú eras la que por excelencia las mimabas, aunque los otros tres abuelos también lo hacen, ¡por supuesto! (y normalmente en contra de mi voluntad, claro) pero lo tuyo era tremendo: colacadín por aquí y por allá, propina para comprar chuches día sí y día también, caprichos a tutiplén y sobre todo ese torrente de expresiones tan tuyas dirigidas a ellas, a tus nietas, repletas de diminutivos, achuchones, abrazos, rosquillinas, promesas y secretos… Dejo de escribir porque me cabreo, y me pongo triste. Me dijeron muchas veces: «Mami, no me gusta hablar por teléfono con nadie, pero cuando me llama la abuela Esther sí me apetece hablar con ella mucho«.

Mi madre, guapérrima.

Mi madre, guapérrima.

Acabo como empiezo: ¡Feliz día de los abuelos!

 

 

2 comentarios en “¡Feliz día de los abuelos!

  1. Marta S. dijo:

    Y tan importantes que son, sí…. Viví con una de mis abuelas hasta mis 23 años, cuando nos dejó con 92 años. Aún me cuesta entrar a casa y pensar que no está en su cuarto…. Por otro lado, mi padre se fue hace 9 meses, con sólo 57 y una de las cosas que más ilusión me hacía era poder verlo con mis hijos (que aún no tengo). Las historias, los paseos, los deslizamientos furtivos de 100 pesetas, y sobre todo, la cantidad de valores que nuestros abuelos intentaron transmitir, habiendo vivido tiempos infinitamente peores. Me gusta tu nuevo enfoque del blog.

    • unfonendoenvillamocos dijo:

      Ay, gracias, mil gracias! Por tus palabras y por reafianciarme en el enfoque del blog. Espero que me sigas leyendo! Mucho animo con tu pérdida reciente. No te diré palabras innecesarias; tan sólo que día a día harás camino. Un beso

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