Los que me seguís en Instagram y en Facebook sabréis, porque lo he anunciado a bombo y platillo, que acabo de cumplir los cuarenta. Y me siento estupendamente. 🙂
A mis 40, ya tengo medio idea de cuál es mi papel en este mundo. Tengo asumidos mis defectos y, por qué no, mis virtudes; lo que no quiere decir que no intente potenciar éstas y compensar aquéllos. Pero sé qué quiero, personal y profesionalmente.
A mis 40, llevo más de la cuarta parte de mi vida siendo madre. La maternidad es un camino trepidante y totalmente contrario a la monotonía. Cada día supone un nuevo escenario que exige improvisación. Por malos ratos que me hayan hecho pasar esas dos elementas, no ha habido ni un solo día en que no me hayan infundido una buena dosis de felicidad. 🙂
A mis 40, he aprendido bastante ya. Pero continúo aprendiendo cada día que nunca es tarde para aprender, ni para emprender, ni para aprehender. Y, siendo médico como soy, comprendo y acepto que nunca debo dejar de hacerlo. También caí del guindo hace tiempo, aceptando que ser mejor pediatra sólo se consigue con esfuerzo. Me peleo con esta obviedad cada día, porque soy de naturaleza perezosa en lo que a estudiar se refiere. 🙂
A mis 40, sé que he sido desafortunada en el juego y, por lo tanto,… ya me entienden. 🙂
A mis 40, estoy convencida de que nunca es tarde para casi nada. Escribir un libro, tocar un instrumento, probar deportes nuevos, lanzarse a pintar con acrílico, cocinar sushi o aprender otro idioma. Se puede una iniciar en todo esto y mucho más. Aunque acepto que hay experiencias que ya no voy a vivir, y no pasa nada.
A mis 40, sé que si algo no me gusta en mi vida voy y lo cambio. Así, sin más, cueste lo que cueste.
A mis 40, sé que todos tenemos alguna habilidad especial, más o menos útil. Entre las útiles: se me da bien explicar y organizar planes. Entre las inútiles: sé imitar acentos y hacer una cosa con la mano derecha y otra con la izquierda. 🙂
A mis 40, sé que no es cierto que a partir de cierta edad ya no se hacen amigos. Es falso: se hacen amigos a cualquier edad. 🙂 Por otro lado, sé que inevitablemente hay personas que se quedan por el camino, porque no nos hemos gustado lo suficiente. Con qué facilidad asume una a los 40 el no gustar a la gente, ¡con lo difícil que era a los 18!
A mis 40, sé que necesito música, lectura y naturaleza. No necesariamente por este orden.
A mis 40, sé que mi pelo va a ser siempre indomable y además, con muchas canas. Y castaño, ¡no rubio! También sé que mi altura implica una talla 38-40 mínimo (ojalá alguien me lo hubiera contado a los 16 años). Sé que me gusto vestida de rojo, verde o negro, y me he reconciliado con mis piernas. Además, creo que no me ha tocado una mala piel. Pero por encima de todo, y por manido que suene, me preocupo más por mi alma que por la cáscara.
A mis 40, sé que nada es tan serio como parece y que todo pasa. Además, la cuestión no es esperar a que amaine la tormenta; sino aprender a caminar bajo la lluvia.
A tus cuarenta estás espectacular
Jajajaa no crea usted que la foto es al «azahar»… 😉
Ya ya, si no lo digo solo por la cáscara 😉
Muy muy buena observación, pardiez!!
Muchas felicidades!!!!!
A punto de cumplir MIS CINCUENTA, si tuviera un blog (cosa que me da muuuuucha pereza), y supiera plasmar en él mis ideas la mitad de bien que tú, suscribiría casi punto por punto (salvo lo de hacer una cosa con cada mano) todo lo que has escrito.
Besos!!!!
Jajajaja pues adelante con el blog! A mí también me daba pereza 😉 felicidades adelantadas por esa cifra tan redonda!!!!
Añado que a tus cuarenta, eres muy buena cuidadora de padres. Imprescindible en la vida hospitalaria. Muchisimas felicidades!!
Toda toda la razón!!!! Y no solo eso sino que se puede poner una en el lugar de los padres y madres, verdad? 😉 muchas gracias!!
Muchísimas felicidades Sara!!!!
Te deseo que sigas tan estupenda, disfrutando con las revoluciones de Miss Trotona y Miss Berrinche (de las que me he declarado fan ya en más de una ocasión ^^) que son tan increibles como su mami, aprendiendo y sonriendo cada día 🙂 Por muchos sueños que sigas cumpliendo.
Y de paso, aprovecho a darte las gracias, por las cosas que aprendo de ti leyendote, aunque no nos conozcamos en persona 🙂
40 besazos y alguno más de parte de esta doctora novata 😉
Muchísimas gracias Ara!!!! Ojalá que nos conozcamos en persona!! Y… aunque suene raro, yo aún me siento algo novata como doctora! 😉
Felicidades por esos 40! Nos encanta leerte…
Gracias mil!!!!!
Sara hace poco que volvimos a vernos pero no tengo la menor duda de que estas mejor que nunca , y si la cáscara importa poco , el alma cuidada mejora la cáscara que no veas .
Es verdad. Y en menudas condiciones nos vimos!… por cierto que aprovecho para darte de nuevo las gracias ;-). Me alegro de encontrarte por aquí. Un beso.
No he llegado aún pero el tiempo pasa volando Y ya voy apreciando cada uno de esos puntos que pones, fruto de las experiencias que vas teniendo en el tiempo . Me ha gustado mucho el post la verdad; )
Muchas gracias, Raquel! Qué razón tienes con lo de que el tiempo pasa volando! Me parece que fue ayer cuando celebré los 30 (cambiando pañales sin parar jajaja). Un saludo!!
Tus cuarenta sin 40.
Bonito retrato. 🙂
Uy! A lo mejor es que estoy un poco espesa pero no entiendo lo de sin 40! Gracias de todos modos.
Es porque no pareces tener 40 años en tu fotografía. ( sin 40)
Me gustó mucho como expresas la edad, en estas tus letras.
Gracias!.
Jolines pues triple de gracias entonces! 😉 gracias (mil) por comentar.